
de su profesión, EGON trabaja en distintos hoteles y restaurantes de Breslau donde poco a poco va perfeccionando sus habilidades dentro de esta rama, llegando a conseguir en varias ocasiones algunos premios, con lo cual fue ganando mucho prestigio entre los empresarios de Breslau. Animado por varios compañeros, a principios del año 1914 decide enrolarse en un barco rumbo a las colonias que poseía Alemania en África.
Santa Cruz de Tenerife, con su ya importante Puerto, era en aquellos momentos sitio obligado de aprovisionamiento para los barcos que seguían rumbo a América o hacia África. Fue entonces cuando la primera Guerra Mundial sorprendió a estos jóvenes marinos en aguas del Archipiélago Canario, y tras varias semanas de conversaciones con las autoridades españolas, optan todos por quedarse en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife.